Burgess lucha por su vida. Sam Miller está desesperada por encontrar al asesino de su hijo. Voight y Upton lidian con las secuelas de su decisión mortal. Ruzek lucha con la presión de la situación.

Cuando un informante es asesinado, el equipo se adentra para localizar al asesino solo para descubrir una verdad impactante. Voight y Ruzek elaboran estrategias para ayudar a Burgess.

El pasado de Halstead resurge cuando un ex-compañero del ejército se ve implicado en una explosión mortal. Mientras el FBI inicia una investigación sobre la desaparición de Roy, Upton siente la presión del secreto que ella y Voight están compartiendo.

Upton y Ruzek responden a una llamada de emergencia de una casa abandonada que les llevará por un camino oscuro. Upton siente la presión del secreto que ella y Voight comparten.

Ruzek se reúne con un viejo colega para acabar con una red criminal, pero cuando las cosas no cuadran, Voight y Burgess investigan por su cuenta.

Mientras el equipo trabaja para derribar una red de narcotraficantes, Voight gana confianza con un nuevo informante. Sin embargo, pronto queda claro que tiene un plan propio.

El equipo investiga el apuñalamiento de un padre con dos hijas pequeñas y comienzan a sospechar que hay más en la historia de lo que parece. La investigación del FBI sobre la muerte de Roy Walton se intensifica.

Con el FBI acercándose a la investigación de Roy Walton, Voight y Halstead planean una salida. Después de que un pasajero le disparase a un conductor de autobús, el equipo investiga un posible secuestro.

El equipo busca a un niño desaparecido en lo que resulta ser un caso muy complicado. Burgess y Ruzek se sorprenden cuando aparece alguien del pasado de Makayla.

Voight utiliza a su nuevo informante para ayudar a resolver un caso de tráfico de drogas. Atwater, que una vez más lucha por conciliar su vida personal y profesional, toma una decisión.

El equipo trabaja en conjunto para identificar al líder de la brutal pandilla Los Temidos. Voight se sumerge profundamente en el pasado de su informante Anna Avalos.

Mientras sale a correr, Upton es testigo de un terrible accidente automovilístico y arriesga su propia vida para salvar a los pasajeros. Después de aprender más sobre las víctimas, el equipo debe localizar al hombre responsable del brutal accidente.

El equipo busca a un brutal asesino con un modus operandi característico. Burgess y Ruzek redoblan su lucha por retener la custodia de Makayla.

La unidad se apresura a buscar a uno de los suyos que corre grave peligro.

Cuando un joven recibe un disparo fuera de la Panadería Cárabo, el equipo trabaja para conectar el tiroteo con el propietario de la panadería, Javier Escano, que ha estado bajo vigilancia. A pesar del peligro, Voight ayuda a la informante Anna Avalos a acercarse a su objetivo.

Ruzek busca a la hija de un viejo amigo de la familia y la investigación acaba llevando al equipo a un complejo caso de drogas. Burgess y Ruzek luchan por superar las secuelas emocionales del secuestro de Makayla.

Halstead tutela a un nuevo recluta durante una investigación; sin embargo, la interacción entre los dos resulta difícil y surgen preguntas sobre el complicado pasado del recluta.

Después del asesinato de un hombre rico de Chicago, Atwater y el equipo investigan para descubrir la verdad, sospechando que hay más en la historia de lo que parece.

Voight y el equipo se adentran en un caso sin resolver en busca de pistas para resolver un nuevo crimen impactante. Con su enfoque en los recuerdos enterrados, el caso despierta la preocupación de Burgess y Ruzek sobre la curación mental de Makayla.

A medida que el equipo se acerca al capo de la droga Javier Escano, Voight se ve obligado a mentirle a su informante encubierta Anna para mantenerla en el buen camino. Su confianza en deterioro amenaza con una operación cada vez más tenue.

Después de que una explosión sacuda el caso, el equipo se esfuerza por acabar finalmente con Escano mientras todos se acercan a su punto de quiebre.