Conoceremos a Bell Cranel, un aventurero que trabaja bajo la bendición de la diosa Hestia y que desea conocer a la chica de sus sueños en un calabozo, como le indicó su abuelo. El problema es que es un aventurero de muy bajo nivel y no está a la altura de una chica que conoce allí: Aiz Wallenstein.

Bell está buscando la cartera de la mesera, pero justo aparecen unos monstruos y Bell queda involucrado en el asunto. Hestia decide que es la oportunidad perfecta para que Bell pruebe el nuevo cuchillo que ella mandó a hacer.

Tras haber subido sus estadísticas, Bell decide adentrarse más en el calabozo, pero para eso ya piensa en buscar la ayuda de un apoyo. Justo conoce a una pequeña que está dispuesta a trabajar para él por poco dinero, aunque en realidad sus intenciones son otras.

Bell sigue en racha en sus aventuras en el calabozo y se toma un día libre. Al hacerlo, recibe un extraño libro en el bar. Tras leerlo, Bell misteriosamente puede usar magia. Tras contarle a la diosa, esta le explica que es un grimorio, un libro de hechizos.

Bell y Lili siguen en sus aventuras en el calabozo, pero Bell sigue teniendo en mente el incidente que Lili tuvo con otros aventureros. Mientras Bell pide a la diosa que deje que se quede con ellos, Lili está tramando algo e invita a Bell al décimo piso del calabozo.

Tras resolver el asunto con Lili, Bell tiene la suerte de que su querida Aiz se le acerque para ofrecerle entrenar juntos y así hacerse más fuertes.

Bell termina su entrenamiento con Aiz. Mientras Aiz va en un grupo a uno de los pisos superiores, Bell queda en problemas tras encontrarse con un minotauro y arriesgar su vida para que Lili se salve. Lili va en busca de ayuda, pero Bell quiere lograr algo por sí mismo.

Bell conoce a Welf Crozzo, un habilidoso herrero de una familia que ha caído en desgracia. Este herrero le pide a Bell que le permita ser su compañero a cambio de forjarle objetos.

Bell y su grupo deciden aventurarse en los pisos centrales, pero encuentran una gran cantidad de monstruos que dificultan su avance y quedan en una situación complicada. Ante la falta de noticias de Bell, Hestia decide armar un grupo para ir a rescatarlo.

Bell y su grupo logran llegar al piso 18 a duras penas. En el mismo, se encuentran con el grupo de Aiz que está de regreso de una expedición. A su vez, poco después llega el grupo de Hestia al rescate de Bell.

El grupo se relaja en el piso de descanso y las chicas aprovechan para tomar un baño. Hermes convence a Bell para ir a espiarlas. El resto de los aventureros tienen celos de Bell por haber llegado tan lejos en poco tiempo, así que deciden tenderle una trampa.

Los aventureros deben trabajar todos en equipo para vencer al jefe de piso y así poder huir del calabozo.